sábado, 28 de marzo de 2020

BUEN CIUDADANO A LA FUERZA


Ante una emergencia es importante la responsabilidad individual para salir entre todos adelante. Las medidas que piden a la población las autoridades sanitarias deben ser atendidas.

En una democracia madura las personas cuentan con una educación suficiente y tienen capacidad para reaccionar adecuadamente. Un ciudadano puede acceder por su propia voluntad a restricciones temporales en su movilidad y en su privacidad para salvaguardar la sociedad, si se le explica como es debido.

Países como Corea del Sur, Japón, Singapur... confiaron en la actuación responsable de la población, lo que derivó en frenar con éxito el volumen de contagios manteneniendo la actividad económica. Así han logrado salvar al mismo tiempo la salud, la libertad y su economía.

Claro está que para ello hace falta un amplio consenso y la colaboración altruista de todos. Los ciudadanos de estos países no negaron ningún dato, colaboraban con el Estado informando de su estado de salud, sus movimientos, posibles contactos con contagiados... sin temor a esa pérdida temporal de privacidad. Seguramente habría una pequeña proporción de irresponsables, pero su efecto se anulaba al estar rodeados de gente comprometida.

El caso de China fue diferente: se aplicó toda la fuerza del estado con vistas a restringir la movilidad de los ciudadanos en el área contagiada. El autoritarismo mostró una 'eficacia' innegable, a costa de aplastar cualquier disidencia y sin mirar por las libertades, lo que tampoco supuso gran novedad para el sufrido pueblo chino.

Cuando la pandemia llegó a las democracias occidentales, la respuesta fue muy diferente. Los gobernantes de países como Italia, España, Estados Unidos... tardaron en reaccionar por temor a lo impopular de las medidas restrictivas. Cuando decidieron tomar cartas en el asunto lo hicieron sin medios de control adecuados (test de detección, información no sesgada a la población, instrumental técnico para monitorear el movimiento de los contagiados...). Ello llevó a que la situación se deteriorase rápidamente.

Los dirigentes de estos países, seguidos por otros que tuvieron la ventaja de poder actuar en etapa más temprana de la infección (como países del norte de Europa y latinoamericanos), viéndose incapaces de emular la acción de las democracias asiáticas optaron por el 'modelo chino'. Confinamiento obligatorio -más o menos radical según países- vigilado por las fuerzas de seguridad del Estado.

Para una democracia, usar las fuerzas de seguridad para restringir una libertad tan básica como la libre circulación supone un shock importante.

La diferencia con el “modelo coreano” es enorme. En lugar de confiar en la responsabilidad de los ciudadanos se les obliga por la fuerza a obedecer. Para asegurarse el máximo cumplimiento se les satura de miedo. Se criminaliza a quienes incumplan las órdenes de reclusión: pasan a ser unos 'malos ciudadanos', unos 'irresponsables' que 'están poniendo en peligro la vida de todos'.

La colaboración ciudadana se convierte en el esperpento de denunciar al vecino que veas paseando. Llegando a los abucheos e insultos o incluso en ciertos países al linchamiento de quien 'se salta las órdenes'. A menudo sin comprobar siquiera si tenía un motivo razonable para estar en la calle. ¿Que hay de quienes viven al día y si no salen no comen?

En tal estado de psicosis colectiva, incluso compartir por internet tus dudas sobre la idoneidad de las medidas tomadas por el ejecutivo puede despertar a un ejército de trolls 'buenos ciudadanos vigilantes' deseándote la muerte. (Lo digo por experiencia).

Tal peligroso cocktel de miedo y criminalización de otros ciudadanos lleva también a aplaudir y compartir jocosamente en redes sociales actuaciones excesivas de las fuerzas de seguridad. Policías o militares que golpean a personas que no les suponían amenaza. O incluso 'castigos' (que en realidad pueden derivar a torturas) consistentes en hacerles caminar de cuclillas o hacer flexiones...etc.

Mucho cuidado con esta deriva autoritaria: es totalmente contrario a la democracia que tanto cuesta conseguir y puede llegar el día que, con otra excusa se vuelva a decretar 'emergencia nacional'... y por circunstancias a ti te toque estar en el lado de los 'malos ciudadanos'.


Despierta y Lucha

                                                                          #YoQuieroSalir




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